No puedo negar que la primera sensación de estar ahí al frente de la cámara ya encendida causó algo de pánico en mí. ¡Por supuesto! Y uso estas primeras líneas para hablar de una de las experiencias más importantes que tuve cuando inicié en mi room de Casa ADD. Esa pequeña luz encendida de la cámara es la mirada de cientos de observadores, usuarios que esperaban algo de mí. Era inevitable sentirme extraña, tal vez mis primeras reacciones fueron espontáneas y un poco torpes, aún así mis espectadores me animaban con mensajes por free chat: eres bella, sé tú misma, sonríe, es tu mejor comienzo Salomé… Infinitas palabras que me llenaron de energía.
Mi habitación y yo éramos el centro de atracción, la cámara un medio para trasmitir sensaciones y emociones en donde los users se sintieran realmente conectados conmigo. Desenvolverme en mi papel de chica sutil y sensual fue el comienzo de muchas aventuras, como el saber apropiarme de la cámara ya que ella es una parte fundamental que me permite interactuar de forma espontánea, sin miedos; esa pequeña luz es la entrada a mundos diversos en donde cada día me relaciono más con mis users. Es un acercamiento tan íntimo entre ella y yo que me permite llevarla de la mano, hasta el punto de bailar con ella, moverla, bajarla al nivel de mis piernas, todo esto hace parte de un espectáculo en donde los espectadores llegan a despertar su más íntimos deseos.
Gemelo espejo a través de la pantalla
Sabía que me observaban, ¡sí! Pero, también yo misma me contemplaba, quería sentirme siempre segura de mi aspecto, de cómo cada gesto surgía en mi rostro. En mis movimientos, cada expresión era un detonante, un arma sutil de seducción, y es que no solo la cámara permitía que los users me vieran, allí en la pantalla de mi equipo, tenía a disposición siempre mi imagen expuesta hacia una espectadora muy importante, que era yo. Jugar con mis ángulos, sonreír, mover mi cabello, llevar mis manos sobre mi cuerpo era un juego de mantenerme conectada con el público.
Observar mi imagen a través de la pantalla todo el tiempo no es la idea, porque la cámara son los ojos de los users y uno no puede perder de vista que el show no es para uno sino para un desconocido.
La cámara son ojos, no solo un objeto
Cuando ya me había familiarizado con la cámara, mis nervios disminuyeron y mi espontaneidad salió a flote como un barco que navega en aguas tranquilas. Es fascinante cuando la fluidez se impregna en todo, es decir, soltar preocupaciones y sentirme segura de cada acción, esto es cuestión de imaginar que uno tiene un diálogo con la cámara, una conexión profunda con una mirada de deseo que despierte las ganas de quien me vea.
Cierto día, acomodé la cámara de tal manera que quedará muy cerca a mi rostro, las reacciones fueron muchas, el user se siente más cercano y escuchado. Manteniendo una conversación coqueta, miradas sensuales, traviesa, juguetona… esto alborotó el deseo de conocerme más allá de un free chat, eran tantos los comentarios positivos, que un user no aguantó y me llevó a privado, solo a conversar y mantener ambas miradas en contacto, lo bueno es que hablaba español, y así mi monitor de Casa ADD no tuvo que intervenir, lo digo por lo del inglés que a veces y casi siempre se debe manejar, y yo estoy en proceso de aprendizaje.
Volviendo a mi privado con el user, le pregunté su nombre, David de España, él quedó enamorado de mi rostro, me dijo que la mirada cálida que le ofrecí es algo sensacional, porque en ella encontró el placer, el deseo en dónde empieza un juego de seducción. De esta forma puedo decir que relacionarse con la cámara es acercarse a cientos de usuarios que esperan ser complacidos con lo que uno como modelo decide dar.